
Cuando no puedes ir a USA: Cuevas de Can Riera.
Hoy aprovechando el sol que nos ha acompañado nada más levantarnos, hemos decidido ir a visitar unas cuevas que había descubierto Coral por Instagram: las Cuevas de Can Riera, situadas en Torrelles de Llobregat. Inicialmente y por razones que aún desconozco, Coral me había dicho que estas cuevas estaban al lado de Sabadell. Al buscar como locos por Google maps acabamos asumiendo que no estaba tan cerca. Tras recoger a dos amigos nuestros que nos querían acompañar, hemos hecho camino hacia este pueblo situado muy cerca de Sant Vicenç dels Horts. Llegar hasta las cuevas es bastante complicado ubicarse sin un GPS ya que no está demasiado indicado y hay que cruzar toda una urbanización que se encuentra a las afueras del pueblo. Como curiosidad, todas las calles de esta urbanización tienen nombres de números, lo que hace aún más complicado el situarse.
Siguiendo pues las indicaciones del navegador, hemos llegado a un punto donde no estaba permitido el tráfico de coches. Aquí hemos visto que había que seguir la ruta a pie. Hemos empezado el camino, pero la falta de indicadores seguía siendo una constante. Donde nos hemos encontrado el primer desvío, una mujer muy amable nos indicó que teníamos que girar hacia la derecha y luego seguir de nuevo hacia la derecha hasta llegar a la bajada que nos llevaría directo hacia las cuevas. Después de hacer unos 10 minutitos de bajada por un camino inclinado con un terreno bastante inestable, hemos llegado por fin a las cuevas.
Hay que decir que a pesar de la acumulación de gente sorprendente que había, la excursión ha valido la pena. Hemos descubierto un lugar en medio de la nada precioso, que nos ha recordado a las curvas de las rocas del Antelope Canyon de Arizona, en Estados Unidos (por fotos que hemos visto), fruto de la erosión de la lluvia y el viento.










Nos hemos quedado con las ganas de verlo con menos cantidad de gente, seguro que vale la pena acercarse a ellos entre semana para disfrutarlo con más intimidad.
¿Repetiremos? Sí, pero seguro que no será un domingo. Imprescindible visitarlo en un día soleado para ver las tonalidades de las paredes con los rayos de sol y con un buen calzado, ya que a pesar de no ser un camino demasiado largo, en algunos momentos hay que trepar y escalar.

De domingueros en Cala del Molí.
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